Mi amada hija, he estado unos días fuera a causa del trabajo. Durante la semana larga de ausencia me he acordado mucho de tí y aunque hablabas conmigo por teléfono casi todos los días, el no poder verte se me ha hecho muy duro.
El día que regresé, tú estabas ya levantada y te abrazaste a mí
-"Papito, te echaba de menos. Papito cuánto te quiero".
No te separabas de mí, me seguías a todas partes, como si tuvieras miedo de que me volviera a marchar.
Jugamos en el salón con los muñecos, hicimos puzzles, te conté cuentos.. no te despegabas de mí por nada ni por nadie.
Pero lo mejor, lo más sorprendente, lo que hizo que a papá se le llenasen los ojos de lágrimas de emoción y de amor, fue la frase que le dedicaste en un momento dado de la mañana.
Cuando me ayudabas a hacer la cama, te acercaste a mí, me miraste a los ojos con la sinceridad con la que sólo un niño puede mirar y me dijiste la frase más maravillosa que he oído en mi vida
-"Papito vive en mi corazón".
Tu papito se vino abajo, se agachó junto a tí, te abrazó y se echó a llorar dando gracias al Sumo Hacedor de tener un amor tan grande y de habértelo transmitido.
Te quiere, profunda y sinceramente, papá.
1 comentario:
No se como llegue aquí, pero te admiro mucho. Aun no se sobre la bendición de ser padre, ni si quiera de estar casado, aunque ya siento cerca esa nueva etapa.
De todo corazon mando mis mejores deseos para ti y para tu bebe.
Por cierto, con todo respeto, tienes una bebe preciosa.
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