Buscar este blog

lunes, 12 de febrero de 2007

Detalles

Querida María: que evolucionas cada día que pasa es un hecho. Lo que a veces es más difícil de observar para los que te vemos día a día son los pequeños detalles que nos llevan a esa conclusión. No soy un especialista ni mucho menos del comportamiento o de la evolución humana, pero el otro día me fijé en un hecho que a mi entender es significativo de ese cambio constante que se produce en tí.
En nuestro portal hay una rampa y unas escaleras. Para tí es mucho más divertido hacer el circuito un par de veces antes de subir a casa. Subes por los escalones, ocho o nuevo y bajas corriendo por la rampa para volver a repetir.
Hasta ese día, subías de uno en uno los escalones, es decir, llegabas a poner los dos pies en el mismo peldaño antes de subir al siguiente.
Pero me fijé que esta vez era diferente, al menos cuatro de esos peldaños fueron superados de un solo paso, sin que se unieran ambos pies en el mismo sitio.
Al siguiente paso por el circuito, volviste a hacer lo mismo. Me pareció significativo y recordé que yo mismo de pequeño subía los escalones como tú, es decir, uniendo los dos pies en el mismo peldaño.
Quizás me equivoque, seguro, pero me parece que esa pequeña evolución en la coordinación de tus piernas, de tus gestos, es significativa e implica un crecimiento.
Quizás mi pasión de padre me haga ver cosas donde no las hay.
Quizás es que me da vértigo verte crecer tan deprisa.
Quizás es que yo vuelvo a ser niño gracias a tí.

Te quiere, papá

No hay comentarios: