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miércoles, 28 de octubre de 2009

Esperándome

Querida María, ayer llegué tarde a casa, alrededor de las 9 de la noche. Yo pensaba que ya estarías en la cama, pero cuando entré por la puerta, me estabas esperando en el salón.
-"Papito,es que quería verte porque tenía mimos tuyos".
Me senté junto a ti y de inmediato te subiste a mis brazos.
-" Hoy la profe de música nos ha enseñado una familia de instrumentos: el violín es el hijo, la viola es la hija, el violonchelo es la mamá y el contrabajo es el papá. Se llama contrabajo porque cuesta mucho llevarlo".


No paras de aprender cosas.
A los pocos minutos te convencí de que había que acostarse.
-"Pero me cuentas un cuento"
Me inventé un cuento sobre la marcha , de un caballo y un burrito.
Te gustó.
-" Buenas noches, papá, te quiero más que a un sol".
Yo también, hija mía.

Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.

jueves, 22 de octubre de 2009

Un momento de tu tiempo, un gesto, una sonrisa

Querida María, hoy un amigo en facebook, Alberto Falcón ha escrito una nota que me ha hecho recordar algo que vivimos juntos hace un par de años, más o menos.
Era una tarde de sábado, otoño o invierno, no estoy muy seguro, aunque recuerdo que hacía frío y tú llevabas guantes.
Paseábamos agarrados de la mano por la calle Covadonga, cuando en la acera de enfrente, un músico callejero, sacó su violín, activó el cassete donde tenía grabado el acompañamiento de piano, y comenzó a interpretar el "Ave, María" de Schubert.
Nos paramos. Te cojí en brazos y te dije " Escucha, María, esa canción se llama como tú".
Cruzamos de acera y nos acercamos más al músico, nos situamos frente a él y nos sentamos en el banco que allí había. Escuchamos todo el tema. Me emocioné, tanto que se me saltó alguna lágrima, esa canción ha surtido siempre el mismo efecto en mí.
Fuimos los únicos que nos detuvimos. Nadie más en la calle se dió cuenta de la emoción de la escena, nadie más parecía percibir que allí había un intérprete dando lo mejor de sí para expresar sus sentimientos con un violín y un arco.
Cuando acabó, nos acercamos a él, tú le echaste unas monedas en el cesto y yo le dí un abrazo y los gracias.
Nos sonrió, entre agradecido y sorprendido. Estoy seguro que en el fondo agradeció más el gesto cercano del abrazo que el dinero.
Aprecia a los demás, a su trabajo y a las cosas que haga, las haga bien o mal , pues nacen de su esfuerzo y de su dedicación.
Dá las gracias a quien te haga sentir un momento de felicidad a cualquier hora y en cualquier lugar.
Detente un momento para poder apreciar lo que realmente tiene importancia: una canción, un sonido, una palabra, un gesto, un sentimiento, un silencio.
Yo guardo todos y cada uno de nuestros momentos como un tesoro incalculable.

Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.

P.D: te dejo esta interpretación magistral de María Callas

Gran Jefe Seattle: un mensaje que nunca hay que olvidar


"El Gran Jefe de Washington nos envió un mensaje diciendo que deseaba comprar nuestra Tierra.

El Gran Jefe también nos envió palabras de amistad y de buena voluntad. Es una señal amistosa por su parte, pues sabemos que no necesita nuestra amistad.

Pero vamos a considerar su oferta, porque sabemos que si no se la vendemos, quizás el hombre blanco venga con sus armas y se apodere de nuestra Tierra. ¿ Quién puede comprar o vender el Cielo o el calor de la Tierra ?

No podemos imaginar esto si nosotros n somos dueños del frescor del aire, ni del brillo del agua. ¿Cómo él podrá comprárnosla?. Trataremos de tomar una decisión.

Según lo que el Gran Jefe Seattle diga, el Gran Jefe de Washington puede dejarlo, del mismo modo que nuestro hermano blanco en el transcurso de las estaciones puede dejarlo.

Mis palabras son como las estrellas, nunca se extinguen. Cada pare de esta tierra es sagrada para mi pueblo, cada brillante aguja de un abeto, cada playa de arena, cada niebla en el oscuro bosque, cada claro del bosque, cada insecto que zumba es sagrado, par el pensar y el sentir de mi pueblo. La savia que sube por los árboles, trae el recuerdo del Piel Roja.

Los muertos de los blancos olvidan la Tierra en que nacieron, cuando desaparecen para vagar por las estrellas. Nuestro muertos nunca olvidan esta maravillosa Tierra, pues es la madre del Piel Roja. Nosotros somos una parte de la Tierra, y ella es una parte de nosotros. Las olorosas flores son nuestras hermanas, el ciervo, el caballo, la gran águila, son nuestros hermanos. Las rocosas alturas, las suaves praderas, el cuerpo ardoroso del potro y del hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Por eso cuando el Gran Jefe de Washington, nos envió el recado de que quería compra nuestra Tierra, exigía demasiado de nosotros.

El Gran Jefe nos comunicaba que quería darnos un lugar, donde pudiéramos vivir cómodamente. Él sería nuestro padre, y nosotros seríamos sus hijos. Pero, ¿será posible esto alguna vez?. Dios ama a vuestro pueblo, y ha abandonado a sus hijos rojos.

Él ha enviado máquinas para ayudar al hombre blanco en su trabajo y construye para él grandes pueblos. Él hace que vuestra gente cada vez sea más poderos, día tras día. Pronto invadiréis la Tierra, como ríos que se desbordan desde las gargantas montañosas, por una inesperada lluvia.

Mi pueblo es como una corriente desbordada, pero sin retorno. No, nosotros somos de razas diferentes. Nuestros hijos no juegan juntos, y nuestros ancianos no cuentan las mismas historias. Dios os es favorable, y nosotros estamos como huérfanos. Meditaremos sobres vuestra oferta de comprarnos la Tierra. No será fácil, porque esta Tierra es sagrada para nosotros.

Nos sentimos alegres en este bosque. No sé por qué, pero nuestra forma de vivir es diferente a de la vuestra.

El agua cristalina, que brilla en los arroyos y ríos, no es sólo agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos nuestra Tierra, habéis de saber que es sagrada, y que vuestro hijos aprendan que es sagrada, y que todos los pasajero reflejos en las claras aguas son los acontecimientos y tradiciones que refiere mi pueblo.

El murmullo del agua es la voz de mis antepasados. Los ríos son nuestros hermanos, ellos apagan nuestra sed. Los ríos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos.

Si vendiésemos nuestra tierra tenéis que acordaros, y enseñara a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y los vuestros, y que tendréis desde ahora que dar vuestros bienes a los ríos, así como a otros de vuestros hermanos.

El Piel Roja siempre se ha apartado del exigente hombre blanco, igual que la niebla matinal en los montes cede ante el Sol resplandeciente. Pero las cenizas de nuestros antepasados, sus tumbas, son tierra santa, y por eso estas colinas, estos árboles, esta parte de la Tierra, nos es sagrada.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de pensar. Para él una parte de la Tierra es igual a otra, pues él es un extraño que llega de noche y se apodera en la Tierra de lo que necesita.

La Tierra no es su hermana, sino su enemiga, y cuando la ha conquistado, cabalga de nuevo.

Abandona la tumba de sus antepasados y no le importa. Él roba la Tierra de sus hijos, y no le importa nada. Él olvida las tumbas de sus padres, y los derechos de nacimiento de sus hijos. Trata a su madre, la Tierra, y a su hermano, el Cielo, como cosas que se pueden comprar y arrebatar, y que se pueden vender, como ovejas o perlas brillantes.

Hambriento, se tragará la Tierra, y no dejará nada, sólo un desierto.

No sé pero nuestra forma de ser, es diferente de la vuestra.

La vista de vuestras ciudades hace daño a los ojos del Piel Roja. Quizá porque el Piel Roja es un salvaje y no l comprende.

No hay silencio alguno en las ciudades de los blancos, no hay ningún lugar donde se pueda oír crecer las hojas en primavera y el zumbido de los insectos.

Pero quizá es porque yo sólo soy un salvaje, y no entiendo nada.

La charlatanería sólo daña a nuestros oídos ¿Qué es la vida s no se puede oír el grito solitario del pájaro chotacabras, o el croar de las ranas en el lago al anochecer?

Yo soy un Piel Roja y no entiendo esto.

El indio puede sentir el suave susurro del viento, que sopla sobra la superficie del lago, y el soplo del viento limpio por la lluvia matinal, o cargado de la fragancia de los pinos.

El aire es de gran valor para el Piel Roja, pues todas las cosas participan del mismo aliento: el animal, el árbol, el hombre, todos participan del mismo aliento. El hombre blanco parece no considerar el aire que respira; a semejanza de un hombre que está muerto desde hace varios días y está embotado contra su hedor.

Pero si os vendemos nuestra Tierra no olvidéis que tenemos el aire en gran valor, que el aire comparte su espíritu con la vida entera. El viento dio a nuestros padres el primer aliento, y recibe el último hálito. Y el viento también insuflará a nuestros hijos la vida. Y si os vendiéramos nuestra Tierra, tendríais que cuidarla como un tesoro, como un lugar donde también el hombre blanco sepa que el viento sopla suavemente sobre las flores de la pradera .

Yo soy un salvaje, y es así como entiendo las cosas. He visto mil bisontes putrefactos, abandonados por el hombre blanco. Los mataron desde un convoy que pasaba.

Yo soy un salvaje y no puedo comprender cómo el caballo de hierro que echa humo, es más poderoso que el búfalo, al que sólo matamos para conservar la vida.

¿Qué es el hombre sin animales? Si todos los animales desapareciesen el hombre también moriría, por la gran soledad de espíritu.

Lo que suceda a los animales, luego, también sucede a los hombres. Todas las cosas están estrechamente unidas.

Lo que le acaece a la Tierra también les acaece a los hijos de la Tierra. Tenéis que enseñar a vuestros hijos que el suelo que está bajo sus pies tiene las cenizas de nuestros antepasados.

Para que respeten la Tierra, contadles que la Tierra contiene las almas de nuestros antepasados. Enseñad a vuestros hijos lo que nosotros enseñamos a los nuestros: que la Tierra es nuestra madre.

Lo que le acaece a la Tierra, les acaece también a los hijos de la Tierra. Cuando los hombres escupen a la Tierra, se están escupiendo a sí mismos. Pues nosotros sabemos que la Tierra no pertenece a los hombres, que el hombre pertenece a la Tierra. Eso lo sabemos muy bien. Todo está unido entre sí, como la sangre que une a una misma familia. Todo está unido.

Lo que le acaece a la Tierra también les acaece a los hijos de la Tierra

El hombre no creó el tejido de la vida, sólo es una hilacha. Lo que hagáis a este tejido, os lo hacéis a vosotros mismos. No, el día y la noche no pueden vivir juntos. Nuestros muertos siguen viviendo en los dulces ríos de la Tierra, y regresan de nuevo con el suave paso de la Primavera, y su alma va con el viento, que sopla rizando la superficie del lago.

Consideraremos la posibilidad de que el hombre blanco nos compre nuestra Tierra.

Pero mi pueblo se pregunta: ¿qué es lo que quiere el hombre blanco?. ¿Cómo se puede comprar el Cielo, o el calor de la Tierra o la velocidad del antílope?.¿Cómo vamos a venderos esas cosas y cómo vais a poder comprarlas?. ¿Es que, acaso, podréis hacer con la Tierra lo que queráis, sólo porque el Piel Roja firme un pedazo de papel y se lo dé la hombre blanco?.

Si nosotros no poseemos el frescor del aire, ni el brillo del agua, ¿cómo vais a poder comprárnoslo? ¿Es que , acaso, podéis comprar los búfalos cuando ya habéis matado al último?

Consideraremos vuestra oferta. Sabemos que si no os la vendemos vendrá el hombre blanco y se apoderará de nuestra Tierra. Pero nosotros somos unos salvajes.

El hombre blanco que va en pos de la posesión del poder, ya se cree que es Dios, al que le pertenece la Tierra. ¿Cómo puede un hombre apoderarse de su madre?.

Consideraremos vuestra oferta de comprar nuestra Tierra. El día y la noche no pueden vivir juntos.

Consideraremos vuestra oferta de que vayamos a una reserva. Queremos vivir aparte y en paz. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días.

Nuestros hijos verán a sus padres sumisos y vencidos. Nuestros guerreros estarán avergonzados. Después de la derrota pasarán sus días en la holganza, y envenenarán sus cuerpos con dulces comidas y fuertes bebidas.

No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. No quedan ya muchos. Sólo algunas horas, un par de inviernos, y no quedará ningún hijo de la gran estirpe que en otros tiempos vivió en esta Tierra, y que ahora en pequeños grupos viven dispersos por el bosque, para gemir sobre las tumbas de su pueblo, que en otro tiempo fue tan poderoso y lleno de esperanza como el vuestro.

Pero , ¿por qué consternarse por la desaparición de un pueblo?. Los pueblos están constituidos por hombres. Es así. Los hombres aparecen y desaparecen como las olas del mar. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios camina a su lado, y habla con él, como el amigo al amigo, puede librarse del común destino. Quizás seamos hermanos. Esperamos verlo.

Sólo sabemos una cosa- que quizás un día el hombre blanco también descubra-, y es que nuestro Dios, es el mismo Dios suyo. Vosotros, quizás, penséis que le poseéis- igual que tratáis de poseer nuestra Tierra- pero no podéis. Es el Dios de todos lo hombres, lo mismo de los Pieles Rojas que de los blancos. Aprecia mucho esta Tierra y el que atente contra ella significa que desprecia a su Creador.

También los blancos desaparecerán, y quizás antes que otras estirpes. Continuada contaminando vuestro lecho y una noche moriréis en vuestra propia caída. Pero al desaparecer, brillaréis por el fuego del poderoso Dios, que os trajo a esta Tierra, y que os destinó a dominar al Piel Roja en esta Tierra

Este destino es para nosotros un enigma. Cuando todos los búfalos hayan muerto, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, y el rincón más secreto del bosque haya sido invadido por el ruido de muchos hombres, y la visión de las colinas esté manchada por alambres parlantes, cuando desaparezca la espesura, y el águila se haya ido, esto significará decir adiós al veloz potro y a la caza.

El final de la vida y el comienzo de la otra vida. Dios os concedió el dominio sobre los animales, los bosques y los Pieles Rojas por un determinado motivo. Y este motivo es un enigma para nosotros.

Quizás podríamos comprenderlo si supiésemos qué es lo que sueña el hombre blanco, qué ideales les ofrece a los hijos en las largas noches de invierno, y qué visiones arden en su imaginación, hacia las que tienden el día de mañana.

Pero nosotros somos salvajes, los sueños del hombre blanco nos están ocultos, y porque nos están ocultos nosotros vamos a seguir nuestro propio camino. Pues , ante todo, nosotros estimamos el derecho que tiene cada ser humano a vivir tal como desea, aunque sea de modo muy diverso al de sus hermanos. No es mucho lo que nos une.

Consideraremos vuestra oferta. Si aceptamos es sólo para asegurarnos la reserva que habéis prometido. Quizás allí podamos acabar los días que nos quedan viviendo a vuestra manera.

Cuando el último Piel Roja de esta Tierra desaparezca y su recuerdo sea solamente la sombra de una nube sobre la pradera, todavía estará vivo el espíritu de mis antepasados en estas orillas y estos bosques. Pues ellos amaban la Tierra, como ama el recién nacido el latido del corazón de su madre.

Si os llegamos a vender nuestra Tierra, amadla, como nosotros la hemos amado. Cuidad de ella, como nosotros la cuidamos, y conservad el recuerdo de esta Tierra tal y como nosotros os la entregamos.

Y con todas vuestras fuerzas, vuestro espíritu y vuestro corazón, conservadla para vuestros hijos, y amadla, tal como Dios nos ama a todos. Pues hay algo que sabemos, que Dios es el mismo Dios. Esta Tierra es sagrada para Él. Ni siquiera el hombre blanco se puede librar del destino común.

Quizás somos hermanos.

Esperamos verlo."


Reléelo de vez en cuando , te hará bien

Nunca caminarás sola.

Te quiere, papá.



martes, 20 de octubre de 2009

Manuela ya está aquí

Querida María.
Unas pocas palabras para dejar constancia digital del nacimiento hoy de tu prima Manuela, en la Residencia Sanitaria de Gijón.

Muchas felicitaciones a los papás, Rober y Rosa.
Que la vida traiga a Manuela, Paz, Amor y Felicidad.

Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.

viernes, 16 de octubre de 2009

Aprendiendo dia a dia

Querida María, este curso continúas con el apasionante mundo del aprender un poco cada día.
Ayer, cuando te bañaba, me contaste que tu profesora te sacó a la pizarra para que escribieras la palabra LUNA.
Se te hace algo difícil porque, hay que reconocerlo, eres un poco vaga, ja ja.
Me he propuesto ayudarte lo más que pueda también en este aspecto de tu vida. Así que, hoy, cuando íbamos de camino hacia el colegio, hemos estado practicando con palabras que tienen dos sílabas.
Al principio te ha costado un poquito, has fallado unas cuantas, más por falta de atención que por incapacidad, pero en cuanto has acertado dos palabras seguidas, te has entusiasmado y no has parado de pedirme palabras sin parar.
Vamos poquito a poco, como la tortuga del cuento, sin prisa pero sin pausa.
He notado que al principio tenías una cierta dificultada para identificar en las sílabas la letra L, pero rápidamente le has cogido el truco y el gusto.

-"! Qué fácil es aprender a escribir palabras!", has dicho justo antes de que te dejara a la puerta del cole.
Qué fácil es estar contigo.

Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Por la mañana temprano

Querida María: llevamos unos días yendo juntos a la parada del autobús del colegio.
Algún día que hemos llegado tarde hemos tenido que tomar el autobús municipal, cosa que a ti te parece una gran aventura.
Todos estos días me preguntas lo mismo cuando bajamos por la calle:
-" Papito, ¿si lo perdemos , vamos en el municipal? ¿Has traído mi tarjeta?"
Para es emocionante salirse de la rutina, no ir en el autobús del cole y subirte al transporte público, lleno de niños que van también al cole y de gente que va a trabajar.
Qué sencillo es hacer emocionarse a un niño. Me recuerda mi infancia. Yo iba al cole andando, pues estaba muy cerca de casa. Veía a otros niños que se bajaban del autobús o del coche de sus papás y me parecía emocionante que a mí me pasara también eso, que me llevaran.
Tan aventurero me de debió de parecer, que un día, con 6 ó 7 años, recuerdo que al mediodía me monté en el autobús ( la pota pequeña y la pota grande, los llamábamos ) del colegio para ir a casa.
Recorrí toda la ciudad. Mis padres se llevaron un buen susto cuando me fueron a recoger a la puerta del colegio y yo no aparecía por ningún sitio.
Al fin me localizaron en el autobús. Me llevé una buena riña, pero yo había vivido mi pequeña aventura, había hecho lo que muchos compañeros de clase hacían todos los días y que a mí me parecía tan fascinante.

Por eso, porque recuerdo la emoción que sube desde el estómago cuando sientes que vives algo distinto y que te hace temblar y reír al mismo tiempo, el viernes iremos en autobús municipal, tendremos nuestra aventura.

Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.

martes, 6 de octubre de 2009

Gracias, Luz Casal.
Tus versos inspirados también reflejan lo que yo siento por mi hija María.


Mi norte y mi guía, mi perdición,
mi acierto y mi suerte, mi equivocación,
eres mi muerte y mi resurrección,
eres mi aliento y mi agonía
de noche y de día,
te lo pido por favor,
que me des tu compañía
de noche y de día... lo eres todo.
Dame tu alegría, tu buen humor,
dame tu melancolía,
tu pena y dolor,
dame tu aroma, dame tu sabor
dame tu mundo interior,
dame tu sonrisa y tu calor,
dame la muerte y la vida


Nunca camirás sola.
Te quiere , papá.
Querida hija, en el día que cumplo 42 años, gracias por haber sido la primera en felicitarme.
Gracias por ser como eres.
Gracias por estar siempre ahí.

Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.

lunes, 5 de octubre de 2009

Querida María, cada día me sorprendes con una cosa distinta.
Este fin de semana he descubierto que nos gustan las mismas series, y no precisamente de dibujos animados.
El sábado, justo antes de que tú cenaras en el salón y acapararas por completo lo que visionamos en el televisor, pude ver un capítulo de la serie The Big Bang Theory, una serie de la CBS que me han recomendado. El argumento se basa en dos compañeros de piso, auténticas lumbreras de la física teórica y cómo cambia su vida cuando al apartamento de enfrente viene a vivir una chica guapa y pegada a la realidad.
Pues en eso estaba , cuando llegaste al salón y te sentaste a mi lado. Y para mi sorpresa no pediste que pusiera dibujos, sino que te quedaste muy atenta y te reíste un montón con los dos protagonistas.
Tanto te gustó que me pediste ayer que te la volviera a poner.
En fin, lo dicho, cada día me sorprendes más.

P.D: hoy por la mañana, cuando te llevaba al autobús del cole me has preguntado si tenía más capítulos " de esa serie tan graciosa".

Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.

jueves, 1 de octubre de 2009

Nuevo curso

Querida María. Ha comenzado un nuevo curso escolar y las clases hoy ya son por la mañana y por la tarde.
Los tres últimos días he podido acompañarte al colegio. En vez de tomar el autobús, hemos ido andando porque tú me lo has pedido.
Hemos hablado de muchas cosas pero parece que últimamente el tema que más te gusta es la ilusión que compartimos de tener algún día una casita de campo, con su prado y su huerta.
Ya me has pedido tener unos gatitos, perros, un burro, una oveja con su corderito y cabras. Me cuentas que por las noches sueñas con la huerta y que plantamos tomates, patatas, flores, pimientos, manzanos....un largo etcétera de cosas.
Ayer te preocupaba que hubiera "ropa de jardinero" de tu talla y rastrillos también de tu tamaño para ayudarme en las tareas.

Ojalá nuestro sueño se cumpla, y podamos hacerlo algún día.
Tengo tantas cosas que compartir contigo, tantas cosas que te quiero enseñar...

Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.