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jueves, 28 de junio de 2007

Canción de cuna

Querida María, muchos días, mientras te pongo el pijama para ir a dormir, me pides que te cante una canción determinada.
-"Papá, cántame el negrito como cuando era un bebé."
Y pones tu mejilla junto a la mía, y te das la vuelta para ver nuestras caras reflejadas en el espejo sobre el cambiador, y yo te canto, feliz:

"Duerme duerme negrito
que tu mami esta' en el campo negrito
duerme duerme negrito
que tu mami esta' en el campo negrito

Te va a traer ricas frutas para ti
te va a traer jabonices para ti
te va a traer carne de cerdo para ti
te va a traer muchas cosas para ti

Y si el negro no se duerme
viene el diablo blanco y zas!
le come la patica y chicapum y chicapum
la ra y la y chicapum!
Duerme duerme negrito
que tu mami esta' en el campo negrito
trabajando sí,
trabajando duramente
trabajando sí
trabajando y va descalza
trabajando sí
trabajando y no se duerme
trabajando sí
pa' el negrito chiquitico
pa' el negrito sí."

La primera vez que te la canté, debías de tener unos tres meses, en una noche que los cólicos no te dejaban dormir. Te cogí en brazos y comencé a susurrarte la canción. Con ella te calmaste. dejaste de llorar y al fin te dormiste.
Ha sido esta canción la única forma de calmarte en algunas noches difíciles.
Y ahora, de nuevo me la vuelves a pedir.
"Cántame el negrito, papá".
Que tengas felices sueños, mi niña.
Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.

lunes, 25 de junio de 2007

Sonidos evocadores

Qué complejo es el cerebro humano, hija mía.
Ayer al anochecer, mientras tú cenabas en el salón, aproveché que mamá te daba de comer para salir a fumar (sí, confieso que fumo, mea culpa) un cigarrillo a la terraza.
Contemplaba el mar, y dejaba volar libre a mi mente, sin pensar en nada en concreto.
De repente, me pareció oír un sonido familiar, un sonido casi arrancado de mis recuerdos más profundos, más lejanos, más cercanos al entorno de mi infancia, por las calles del barrio del Carmen.
Estoy seguro de que no oí lo que creí oír en realidad, pero en mi mente se desató un mecanismo que me trajo de nuevo a la memoria la melodía tantas veces oída en mi niñez, en la cual hacía mucho mucho tiempo que no pensaba, del reloj de la Caja de Ahorros en la plaza del Carmen.
Volvieron a resonar en mi cabeza las notas del carrillón, la cadencia de los sonidos.
Y mi mente voló a un anochecer lluvioso, saliendo de casa de mi abuela en la calle Santa Rosa, donde nací, con mi mamá, caminando bajo la lluvia por la calle Santa Lucía para llegar a la calle Corrida y llegar a la parada del autobús en la plaza del Carmen, junto al antiguo edificio de la telefónica.
Pocos coches, la fuente iluminada, un guardia municipal con casco blanco y guerrera azul marino, el orbayu cayendo, la marquesina... y de fondo, de banda sonora de aquella escena, el carrillón del reloj, creo recordar que con la melodia de la canción "la Virgen de Covadonga" aunque no estoy del todo seguro.

Sonidos que no existen para rememorar escenas que ya pasaron pero que permanecen vivas en nosotros.
Qué extraña es la naturaleza humana.
Quién sabe qué recuerdos tú tendrás cuando seas mayor. Espero que los más felices posibles.
Hago todo lo posible para que así sea.

Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.

Fotos de Gijón para tu recuerdo

Un entorno de mi infancia: la calle de los Moros y el antiguo Banco de Gijón.
Los Campinos: la rampa ha sido una fenomenal pista de carreras para tí

Paseo de Begoña y Teatro Jovellanos: mucho has jugado por estos jardines.
Quizás cuando seas mayor, todo esto habrá cambiado mucho.
Para que tengas más imágenes de tu infancia.
Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.





Vamos a la playa


Querida María, este último fin de semana el tiempo nos ha respetado y hemos podido ir a la playa, tanto el sábado como el domingo.

Solemos ir a la escalera 14, a la caseta que Toña y Pepe, los abuelitos de "tu amiga del alma" Carlota tienen en esa zona del arenal de San Lorenzo.

Como siempre, vamos cargados con la pala, el caldero, la red "para pescar cangrejinos", las toallas y un montón de cosas más, casi todas para tí.

Por la mañana, la marea estaba alta, y casi no había "charquinos" para que te pudieses bañar, así que nos tuvimos que conformar con hacer castillos en la arena y una "montaña muy grande".

Corréis un montón, recogéis agua con el caldero, jugáis con la arena...

Una jornada agotadora.

Pero hay que ver lo que disfrutas.

Es una pena que te den algo de miedo las olas, pero con el tiempo les irás perdiendo el respeto y verás lo bien que lo vamos a pasar dándonos baños en este Cantábrico tan bravío y fuerte.

Te ensañaré a saltar las olas o a pasarlas por debajo, buceando.

Nos esperan muy buenos momentos, haciendo castillos e intentando "pescar" con tu red algún cangrejín distraido, al que luego volveremos a soltar, por supuesto.

Después de un agotador fin de semana de playa,te quiere, papá.


Nunca caminarás sola.

viernes, 22 de junio de 2007

la hora del baño

Querida María, uno de los momentos más relajantes del día es cuando llega la hora de bañarte.
No sólo es divertida para ti, también lo es y mucho para mi.
Comenzamos por llenar de agua la bañera, mientras yo te voy dando tus mucho amigos de plástico o goma que comparten contigo ese momento: paquito, pulpillo, papá y mamá pato, ojitos, globito...
Mientras se va llenando, yo te voy quitando la ropa, entre risas y canciones, la mayoría de los días.
-"Papito, la cabeza la lavamos otro dia."
-"De acuerdo cariño, otro día"- aunque el día que toca, sabes que no te miento y te digo que hoy es el día de lavarla.
Tú tienes también que echar al agua la esponja.
Después te meto de pié en la bañera y siempre me dices.
-"Ahora voy a a hacer un pis, vale?. Luego lo limpias,papito".
Me río. Aunque tengas ganas de ir al servicio, esperas siempre a meterte en la bañera para echar un chorrillo. Es casi como un ritual. Después, tengo que chapotear en el agua, haciendo como que la hecho fuera. Te encanta y te ríes mucho.
Te enjabono bien, antes de dejar que te sientes y puedas jugar con tus juguetes, cantar canciones, o como el otro día, darles "jarabe" a todos los muñecos porque "les dolía la barriguina" con el tapón del frasco del champú.
Después de un tiempo jugando me pides la esponja.
"Es que la pared está muy sucia, tengo que limpiarla, papá."
Allá frotas la pared un montón de veces, hasta que yo ya te digo que hay que salir, que mamá nos está esperando con la cena preparada y luego tienes que ir a la camita a dormir.
Te saco y te envuelvo en tu toalla, te cojo en brazos.
El baño ha sido relajante, divertido, feliz.
Feliz como tú, mi amor.
Hasta el baño que vine, cariño.

Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola

martes, 19 de junio de 2007

...que tres años no es nada




Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.

"Sé inglés, papito"


Pues sí, sabes inglés, hija.
Sé que en la Mediteca, tenéis clases de inglés, al menos dos horas por semana.
Pero lo que no sabía es que supieras tantas palabras.
Ayer me sorprendiste.
Te fui a buscar a la guardería y te llevé a casa al mediodía.
Cuando te desvestía para ponerte el pijama, te pregunté lo que habías comido
-"Una manzana".
-"¡Qué rica, cariño".
Y aquí llegó la sorpresa.
Con una pronunciación más que aceptable para una niña que aún no ha cumplido los tres años, dijiste, y transcribo literalmente el sonido
"Appoll". Apple, manzana en inglés.
Me quedé sorprendido.
-"¿Sabes contar en inglés?"
-"uan, tchu,fri" dijiste tú.

Qué cantidad de sorpresas me esperan contigo, hija. Me encanta que me sorprendas cada día un poco más.
Cuánto te quiero.

Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.

"Cuéntame una historia nueva, papito"

Querida hija, parece que la moda de que todos los días por la noche me pidas que te cuente el cuento de Blancanieves, empieza a tocar a su fin. Menos mal, la historia de tanto repetirla empieza a cansar al contador y al oyente.
Ayer me pediste "una historia nueva".
Qué difícil improvisar, así de buenas a primeras, pero hice un pequeño esfuerzo y me inventé una historia de un estanque en un parque en el que vivían un pato muy bonito, al que todos los niños echaban de comer, y una rana, pequeña y feucha, a la que nadie veía y que se conformaba con lo que el pato dejaba.
Lo habrá que pulir un poco, darle más forma, introducirle detalles y por supuesto una enseñanza o moraleja, que te sirva de ayuda para comprender valores buenos.
A decir verdad, los cuentos tradicionales siempre me han parecido algo truculentos, llenos de violencia, lobos que se comen niñas, brujas que envenenan...
Procuro que las historias que te cuento tengan un mensaje positivo, que te enseñen buenos sentimientos, que aprendas a respetar a los demás, a compartir, a querer.
Lo hago lo mejor que puedo y sé.
Espero no equivocarme y ponerte en el buen camino de ser buena persona.
Bueno, allá va, en esencia , la nueva historia.
Érase una vez, un estanque en un parque.
En él vivían un pato grande y precioso, con plumas
de muchos colores, al que todos los niños le iban a echar pan por las tardes
a la hora de merendar.
El pato se comía todas las migas de pan que los niños le lanzaban al agua.
Pero en el mismo estanque, un poco apartada de la vista de todos
vivía una ranita pequeña y verde, no tan bonita como el pato,
sobre una hoja de nenúfar.
La pobre ranita estaba triste y hambrienta, pues los niños
no se fijaban en ella y no le echaban de comer,
así que se tenía que conformar con las migas que el pato no comía.
La ranita, cuando los niños se marchaban, salía tímidamente de entre las ramas
y se acercaba nadando, muy despacito, sin hacer ruido para no llamara la atención
a donde el pato había dejado las migas de pan que ya no quería.
Un dia, el guarda del parque vio a la rana triste y hambrienta
y se dio cuenta de que los niños no le daban de comer.
Entonces se le ocurrió la idea de hacerle una foto y colocarla en un cartel
al lado del estanque, para que los niños se dieran cuenta de que vivía allí
y también le echaran de comer.
A partir de aquel día, los niños descubrieron que vivían otros animales
además del pato en el estanque del parque
y ya no dieron de comer sólo al pato, sino que a todos les echaban migas de pan.
Todas los animales, grandes o pequeños, bonitos o menos bonitos,
tienen sentimientos.


Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.

lunes, 18 de junio de 2007

Fiesta de Graduación


Querida María: el sábado fue tu fiesta de "graduación" de el centro de Educación Infantil LA MEDIATECA.
Qué emocionante fue el acto completo.
Los niños que como tú ya cumplís tres años este curso, dejáis la primera etapa de vuestra educación para pasar a otra nueva aventura en un nuevo colegio.
Lo primero de todo, muchas, muchísimas gracias a todas y cada una de las educadoras y profesoras de LA MEDIATECA.
Qué gran centro, ya te lo he dicho más de una vez.
Con qué cariño y dedicación te han tratado a lo largo de estos dos años largos en los que has acudido cada día de forma alegre y divertida.
Qué magnífico plantel y qué sistema educativo tan bueno el que practican.
Gracias a todas.
Nos emocionamos todos mucho, pues nos mucha pena que no podáis seguir ahí por más tiempo, que te tengas que separar un poco de tus compañeras y compañeros, algunos los seguirás viendo en el parque, en la playa, pero por desgracia, con algunos no será tan fácil seguir manteniendo el contacto.
Con las profes si será fácil. Siguen estando ahí, dando esas muestras de amor por lo niños a los que educan y guían en esos años tan cruciales de la vida.
Gracias a todas.
Gracias por ser como sois.
Un beso muy grande de vuestra alumna María Sevilla González.
Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.

viernes, 15 de junio de 2007

Big y small

Querida hija, el otro día, al desvestirte para ponerte el pijama de la siesta, me contaste que en la guardería habías tenido clase de inglés.
-"Mira, papá, big".- hiciste delante del espejo del cambiador, abriendo los brazos en un arco grande alrededor de tu cuerpo.
-"Y ahora small"- y te encogiste y juntaste las manos delante de la boca, como si te pusieras a rezar, bajando la voz incluso.
-"¡qué bien cariño, ¿qué más has aprendido?".
-"Mira, ahora estoy angry." y levantaste los puños y frunciste el ceño.
-"Pero ahora estoy happy."- y sonreías delante del espejo.
-"Bueno, es mucho mejor estar happy, ¿verdad María?."
-"Si, papito, a mi me gusta mucho estar feliz".

Pues eso, María , que es mucho mejor ser y estar HAPPY que estar ANGRY.
Eso siempre.

Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.

miércoles, 13 de junio de 2007

El abuelo Agustin

Querida María, por estas fechas hace 29 años, en concreto el día 8 de Junio, murió mi papá, tu abuelo Agustín.

Yo era pequeño, apenas iba a cumplir 11 años.

Le echo de menos cada día, me acuerdo de él. Creo que me faltó cuando empezaba una época en que lo necesitaba mucho. Mi mamá, Abu, hizo una gran labor, de padre y de madre a al vez. La admiro mucho por su entereza y su fuerza.
Pero muchas veces sigo añorando a papá.
Hablo con él casi todos los días.
No le siento responderme pero sé que está ahí. Sé que me vigila, que me protege, que me sigue queriendo, que nos sigue queriendo a todos, incluso a , aunque no te haya conocido.

Qué extraño es todo. Ahora estoy en su mismo papel contigo que él conmigo.
La historia se repite, cambiamos en la vida de papel de un momento para otro, o compaginamos varios a la vez.

Cuánto te echo de menos , papá.
Un beso muy grande de tu nieta María.
Le contaré, cuando sea más mayor, lo que hacíamos juntos, los cuentos que me contabas por la noche y a los que yo no llegaba despierto al final, las mañanas de sábado en Cabueñes en casa de José y Amador, a las tardes de domingo en la finca del tío Félix en Peón, o de paseos y meriendas, las cenas en el Altillo, con toda vuestra pandilla, los homenajes a los jugadores del Sporting, las tertulias en el café San Miguel, las vacaciones en San Vicente, el fin de semana en Fuentedé, los viajes por España...

A la memoria de mi padre, Agustin Sevilla del Valle, "Agustin el de la Vasco", a quien perdí a temprana edad y al que llevo siempre en mi corazón.
Te quiero, papá.

Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.