Te transcribo en este blog algo que redacté para ti en un cuaderno el día posterior a la festividad de los Reyes Magos del año 2006.
“Querida María: el día 5 jueves, fuimos a ver la cabalgata de los Reyes Magos, con mamá, Carlota y su mamá Silvia, con Marco y su mamá Gema.
La procesión tenía prevista su salida a las 7 de la tarde y a esa hora ya estábamos en los Campinos de Begoña.
La verdad es que pasamos algo de frío porque no llegaron hasta pasadas las ocho. Menos mal que no llovió y pudimos estar en la calle, entreteniéndoos lo más posible, porque, a decir verdad los que más ilusionados estábamos éramos nosotros, los mayores, pues sólo tenías año y medio y no tenias conciencia de lo que significaba.
Ya verás, cuando seas más mayor, te llevaré a verlos desembarcar en el puerto a Melchor, Gaspar y Baltasar, sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, para que el día de mañana, si tú tienes hijos, hagas lo mismo con ellos.
Ya se acerca la primera carroza, con la estrella de Belén que mostró el camino a los Magos.
Tras ella, el paje Real, su Alteza el Príncipe El-Eazar y poco después los tres hombre que mantienen en el corazón de los mayores el recuerdo y la ilusión de cuando eran niños.
Porque, hija, guarda siempre en tu alma y en tu corazón, es espíritu puro de la niñez, mantén en tu mirada la misma luz que yo vi ese día en tus ojos mientras observabas la cabalgata, la luz de la inocencia, el asombro y el brillo de la infancia pura y sin prejuicios, la candidez de los inocentes, algo que sólo se puede encontrar en el corazón de un niño.
Si conservas ese sentimiento en un lugar de tu alma, podrás admirar la belleza de una flor, en el vuelo de un pájaro o en la inmensidad apabullante y atrayente del Universo.
Mantén todo lo que puedas esa misma mirada que vi en tus ojos la víspera de Reyes. Sólo así te serán reveladas las pequeñas cosas que hacen que este Mundo siga teniendo magia, para que descubras los tesoros que todas las cosas, animales, plantas y personas guardan en su interior a la espera de que una mirada como la tuya las descubra.
Mira con inocencia y también con ganas de aprender, de saber, de conocer y encontrarás a tu alrededor las maravillas de la creación, te admirarás ante los misterios de la Vida, te harás millones de preguntas y por cada respuesta que halles te formularás miles de interrogantes más, así es el camino del conocimiento, la aventura apasionante y difícil de Vivir, beberse la vida a cada instante, paladearla, deleitarte en el placer de sentirse Vivo y que todo lo que ocurre en ese preciso instante es para que Tú lo disfrutes.
Vive y deja vivir, respeta a todos y a todo, pues Todo lleva dentro de sí esa mágica chispa que es la Vida. Pues es la vida el más preciado bien que tenemos, el que con todo nuestro amor te hemos dado mamá y papá, pues ya antes de que nacieras, te amábamos.
Fuiste y eres una niña tan deseada.
Te engendramos por y con amor, te seguiremos amando toda nuestra vida, hagas lo que hagas y seas como seas.
Si al leer esto, yo ya no estoy contigo, te sigo amando, pues el amor es inmortal y no sabe de distancias ni de tiempos, ni de si seguimos teniendo un cuerpo mortal o ya somos pura energía que forma parte del Gran Espíritu.
Recuerda: mirada de niño, respeto a la vida, amar y vivir. Esos son los ingredientes con los que se debe forjar tu existencia. Te amo profundamente.”
Te quiere, papá.
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