Hola cariño, hace unos cuantos días que no te escribo nada. Perdóname, el trabajo me ha tenido muy absorto últimamente. Pero tranquila, de nuevo estoy aquí.
Hoy te escribo para contarte unos sucesos que no sé si tienen mucha importancia, más bien creo que no, pero que se pueden guardar en tu anecdotario para cuando seas mayor.
Te cuento.
Ayer vimos la película Phenomenon, de John Travolta, en la que a un joven, por algo no muy aclarado, se le agudiza la inteligencia y los sentidos, llevándole a aprender muy rápidamente y a hacer descubrimientos asombrosos.
No sé por qué, pero al verla recordé algo que ocurrió hace unos quince días.
Estábamos mamá y yo sentados contigo en la alfombra de tu habitación, jugando, hablando y riendo y de repente, señalando al suelo bajo la silla dijiste:
-"No me gusta lo que hay ahí debajo, me dá miedo".
Los dos miramos, y bajo la silla no vimos nada.
-"¿Qué te asusta, cariño, qué ves ahí?"
Y muy seria y ante nuestro asombro contestaste
-"Ahí está el futuro y es negro, no me gusta".
El futuro. No creo recordar que haya pronunciado esa palabra delante de tí ni una sóla vez.
Y recordé "El Aleph", el relato de Borges en el que en un punto concreto de una escalera, había un lugar sin espacio ni tiempo en el que todo el Universo se veía reflejado.
Extraño, muy extraño.
También recordé una frase que me dijeron por la calle cuando eras muy pequeña, con tu pelo pelirrojo
-"¡ay¡, esas pelirrojas con su sexto sentido para ver lo que los demás no ven"- nos dijo una señora también pelirroja.
Extraño.
Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola.
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