La pasada noche te despertaste.
-"Papito, papito ven".
Dijiste entre sueños.
Me acerqué a tu cama despacio, a obscuras, esperando no tropezar con algo.
-"Quiero agüita"
Te dí de beber y cuando me alargaste de nuevo el biberón me pediste que me quedara contigo un poquito.
Me senté a tu lado.
De repente te incorporaste.
-"Papito, ¿me vas a cuidar siempre?".
-"Si, mi amor, papá va a estar siempre a tu lado".
Nada ni nadie nos podrá separar. Ni en toda la eternidad.
Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.
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