Ayer por la tarde, nos quedamos en casa. El tiempo era desapacible, anuncio del temporal que hoy se nos ha echado encima.
Jugamos a que me curaras-"¿Te duele aquí?. Bueno , ahora te curo, ¿vale?"
Vimos a Pocoyo y leimos cuentos.
Te acordaste de repente del regalo que me hiciste en la guardería y quisiste a toda costa dármelo.
Un precioso portaretratos de cartulina con forma de coche, una foto tuya y otra mía en las ventanillas y la leyenda " Contigo iría al fin del Mundo. Te quiero, papá".
Otra vez hiciste que se me saltaran las lágrimas.
Qué efecto de bálsamo produces en mí, hija mía.
Yo también iría al fin del Mundo contigo, cariño, sin mirar atrás, sin importarme dónde.
Hoy, día del padre, soy uno más entre esos millones de padres que aman a sus hijos.
Felicidades a todos.
Te quiere, papá.
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