Querida María, estos días estamos todos un poco nerviosos con las fiestas, en especial con esta que llega de los Reyes Magos, la mejor de todas las del año, la que a todos un poco nos hace renacer el niño que llevamos dentro, tantas veces dormido a lo largo de nuestra vida, pero que está ahí, agazapado, paciente, esperando una oportunidad como esta para salir a flor de piel.
Es sin duda la fiesta que más disfrutamos, que más recordamos a lo largo de nuestra existencia.
Recuerdo mis mañanas de Reyes, con los nervios de la noche anterior, la tardanza en coger el sueño, la alegría de los regalos matinales, la ilusión en definitiva.
Sigo manteniendo la misma ilusión, el estómago se me sigue llenando de revoloteantes mariposas y ahora contigo aún más.
Qué bueno es verte tan feliz. Qué grande es ser niño otra vez.
Gracias María.
Nunca caminarás sola.
Te quiere, papá.
1 comentario:
Acabo de descubrir tu blog...Me parece muy sensible, y en estos días de Navidad, uno parece que tiene la fibra más sensible que en otras fechas sin saber porqué...Pero me ha encantado este blog, que descubrí buscando fotos de Gijón...Sin más, me despido;
Un saludín!
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