Al jugar contigo, al contarte un cuento para que te duermas, al bañarte, al vestirte, al reñirte suave, al abrazarte, al acariciarte, al acudir a tu llamada llorosa en mitad de la noche, al oirte simplemente decir "papito"...el caso es que vivo estas experiencias gracias a tí.
Si fuera posible guardar todos esos recuerdos, esas sensaciones tan arraigadas, esos sentimientos que me invaden...
Intentaré al menos hacer una lista, una enumeración que no es capaz de provocar las mismas emociones que a mí me provocan, pero sé que lo entenderás, que llegará un dia en que evocarás tu pasado con la misma vivida experiencia que yo, y estoy seguro que mostrarás los mismo sentimientos de admiración por la riqueza de tus experiencias, por tu Vida.
Mi infancia son recuerdos, nada más y nada menos, que atesoro con alegría. Ahí te dejo unos cuantos, así "no se perderán como lágrimas en la lluvia "
- La calle Santa Rosa 8, 2º, la casa de mi abuela Mercedes y mi abuelo Antonio, el lugar donde nací.
- Las calles y las gentes de su alrededor: Esmeralda la de la frutería, sus hijas Humildad y Belén, Pablito y sus padres Argentina y José, la tienda de Lela ( tres hermanos al frente de ella, fuera el día o la hora que fuese) Luisa, Lela y Manolo , la panadería de Rosario con su cabellera blanca que lavaba con "Azulete", la casa de los Villarejo, Pilar y su sobrino Manolín, El Aperitivo, El Bar Palacios, La Perla...
- La casa de Madrid, en el barrio de la Concepción, calle Virgen de los Reyes. Y los patios, los caracoles con los que dibujé las paredes del pasillo, La familia Paredes ( Manolo, Angelita, el Tete y la Nena ),la familia Pereira ( Manolo y Chefi ), Esther la amiga de mis hermanas, los Cañivano de tan gran y cariñoso recuerdo, las terrazas, el parque, la pastelería los Infantes en la que mamá me compraba unas agujas de hojaldre y ternera para merendar, los frutos secos, los fascículos que papá compraba en el quisco al lado de las terrazas de la Gran Enciclopedia Asturiana (Don Silverio Cañada, Editor ), las excursiones de domingueros en el 600 o en el posterior Morris MG rojo de mi padre con toda la pandilla a cualquier pueblo de las afueras...
- Los viajes por toda España con papá y mamá.
- El colegio de Don Mariano en Madrid, enfrente justo de casa.
- Los juegos con Carmen y Merche, mis hermanas.
- El traslado a Gijón
Tantas cosas en mi memoria, tan pocas palabras para poder expresarlo todo.¿Cómo trasnsformar a lenguaje la emoción de una mañana de Reyes Magos, de un abrazo de papá, de una caricia de mamá, de unas cosquillas, la emoción sentida al llegar a Gijón tras un larguísimo viaje en coche desde Madrid? ¿ Cómo trasmitir la esencia, el momento, el milagro, las sensaciones de una mañana del verano del 74 en la que el Sol entrando a raudales por el cristal de la puerta de mi habitación ,me despertó?¿Es posible reproducir la pena por la falta de un ser amado? ¿Qué verbo, que conjunto de palabras pueden reproducir lo sentido la mañana que te comunican que tu papá nunca más te llevará de paseo, ni te hablará, ni te llevará a Cabueñes, ni te comprará un tebeo los domingos, ni le verás, ni nada? Qué corto el lenguaje o que complejos los sentimientos, los recuerdos.
"Panhart Levassor, 1915", decía el coche que en el papel pintado de mi habitación, estaba a la altura de mi vista al girar la cabeza hacia la pared. El mismo papel que en 1972 había puesto mi tío Jesús. Recuerdo aquel momento, en el que la habitación quedó terminada, todos sentados en el suelo, apoyados en la pared, hacía calor...
Debe de ser que me hago viejo, mi amada María, o que me dá miedo envejecer. No me hagas mucho caso.
Te quiere, papá.
Nunca caminarás sola
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